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Cada vez hay más estudios que confirman la relación entre el eje intestino, cerebro y piel. Uno del punto más novedoso de estos avances son los estudios sobre la microbiota. La microbiota son microrganismos que tenemos un nuestro cuerpo, lo que a nosotros nos atañe es la dermobiota. La dermobiota engloba las baterías de nuestra piel y para tener una piel sana deben estar en equilibrio en todas ellas y por ello debemos prestar atención desde lo que comemos, nuestro estado de ánimo hasta los productos que nos aplicamos para mantener una piel bonita.

Desde este blog intentaremos darte varias recomendaciones y claves para mejorar la tu piel mediante la alimentación.

Hay pequeños trucos, muy sencillos, que nos pueden ayudar a mejorar la calidad de nuestra piel. Como podría ser espolvorear canela en nuestra café por la mañana, así también evitar el azúcar, ya que ayuda a activar la circulación y mejora el transporte de nutrientes en diferentes capas de la piel, llegando al colágeno y elastina.

Por otro lado, nos encontramos con las dietas antiinflamatorias y pro-belleza que evitan la leche de vaca, azúcar y harinas refinadas y apuestan por productos frescos como las verduras, harinas integrales y fruta debido a su alto contenido de macro y micronutrientes y su bajo índice glucémico en comparación con alimentos ultra procesados. Hay estudios que hacen referencia a que estos alimentos, leche, harinas y azúcar,  generan una inflamación crónica en nuestro organismo y en caso de tener una afección cutánea que desarrolla con inflamación como podría ser el acné se ve incrementado por el consumo de estos alimentos.

Glicación

Otro factor que el mundo de la belleza está queriendo combatir es la glicación desde la cosmética con productos como Sérum A-Glyca de Biologique Recherche, pero la alimentación será clave para prevenirla.

¿Qué es la glicación? La glicación es un término bioquímico que se usa para hablar de la unión de los azucares con aminoácidos y grasas. La glicación produce la caramelización (tostado) en los alimentos con azúcar y aminoácidos por el calor. Este fenómeno está relacionado con el envejecimiento cutáneo. Los expertos dicen que la glicación podría estar afectando a estrucuras en nuestro cuerpo en las proteínas “endureciéndolas” y produciendo arterias calcificadas, nervios comprimidos y lo que aquí nos atañe dando ARRUGAS. Esto de debe a la glicación que se produce en las proteínas como son el colágeno y la elastina, esenciales para mantener la piel tersa y elástico. Cuando abusamos de los azucares estamos acelerando el proceso de glicación y con ello el envejecimiento. Aquí otro ejemplo más para evitar el consumo de harinas refinadas y azucares.

Verdura, lluvia de micronutrientes. Vitaminas y minerales

La manera de combatir los radicales libres son los antioxidantes y los vegetales son nuestros aliados para adquirirlos y cuantos más variadas y de colores comamos mejor para nuestra piel.

  • La vitamina E nos ayuda a proteger el sebo cutáneo y las inflamaciones de la piel. Podremos encontrarla en las almendras, semillas de girasol, aguacates, aceitunas, espinacas.
  • La vitamina c, el antioxidante que primero se nos viene a la cabeza. Ayuda a sintetizar el colágeno y combatir el fotoenvejecimiento. Se halla en naranjas, pimientos morrones, kale, brócoli, fresas, uvas…
  • El licopeno ayuda a estabilizar las estructuras de ADN en núcleos de la célula de la piel y a tener una piel más suave. Se encuentra, sobre todo, en los tomates, pero también en sandía y uva tinta.
  • Los polifenoles repara la piel dañada y recupera la elasticidad. Los encontramos en el té verde, chocolate negro, moras, cerezas, alubias, nueces.
  • El zinc contribuye a fomentar las vías antioxidantes. Podremos ingerir el zinc de ostras, carnes rojas, aves corral, alubias, nueces, cereales…
  • Silicio, gran reafirmante para tu piel. Se encuentra en cereales integrales (arroz, avena, cebada, centeno, trigo), la judía verde, el pepino (con la piel), el apio, el rábano, la cebolla, el plátano, las setas, las lentejas rojas, los frutos secos, las zanahorias, las espinacas, la uva (con piel), el mango, la piña, la cerveza, el té, las semillas y especias.

Mejorar la microbiota para mejorar nuestra piel.

Prebióticos y prebióticos.

Los fermentados nos ayudan a tener el microbioma variado y sano. Hay alimentos que son probioticos naturales, tiene bacterias vivas, como podrían ser los yogures, kombuchas sin azúcar, kéfir y el kimchi.

Por otro lado, los prebióticos alimentan a nuestras bacterias como la achicoria, el ajo, cebollas, puerros… Hay estudios que demuestran que estos prebióticos combaten la glicación.

¿Butirato? ¿Qué es?

El butirato es un ácido graso que se produce por la fermentación en nuestro intestino al ingerir fibra y se convierte en un antiinflamatorio natural que nos ayudará con inflamaciones como el acné o rosácea.

Omega 3

Los aceites esenciales como bien lo dice son esenciales para todo nuestro organismo, en el caso de el omega 3 es esencial para las membranas celulares. Sin suficientes grasas nuestra piel está apagada y sin suficientes lípidos que mantienen nuestra piel elástica y humectada. El omega 3 también es un gran antinflamatorio que nos ayudará a reducir esa inflamación crónica y con patologías de la piel. Una de las maneras más rápidas y fáciles sería consumir pescados (salmón, sardina, atún, boquerón, caballa, trucha, marisco, o alga), nueces, chía y semillas.

Como ya has podido comprobar una de las bases para mantener una piel bonita es aumentar la ingesta de verduras, semillas y algunos pescados y reducir el azúcar y harinas refinadas.

Para tener una piel bonita nuestro plato deberá estar lleno de “colores”.

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